Biblio José A. Guisasola: LA COOPE Y HORACIO ALVA TE CUENTAN UN CUENTO

El Perdido LEE

Actividad propuesta: “Encuentro con el Autor”

El escritor infantil Horacio Alva visitó la Escuela Nº 4 y el Jardín de Infantes Nº 902, de El Perdido, el viernes 19 de agosto de 2016.

Destinatarios: 115 alumnos

Actividad auspiciada por “Cultura y Acción Comunitaria de la Cooperativa Obrera Ltda.”, quien dentro del marco del “Programa de Estímulo Cultural de la Economía Social”, apoya la acción cultural de la Biblioteca Popular “José A. Guisasola”.

El escritor Horacio Alva visitó El Perdido
¡¡por segunda vez!!

Desde hace varios años, el escritor y narrador Horacio Alva, recorre las distintas localidades donde La Coope está presente, con el objetivo de promover en los niños la emoción de la lectura por placer, proponer el acercamiento directo entre autor y lector, y compartir su experiencia como escritor. Escuelas, Jardines de infantes y Bibliotecas se convierten en lugares de encuentro con libros de por medio.

Este viernes, 19 de agosto, el escritor bahiense HORACIO ALVA, junto a Martín de la Coope, visitaron la Escuela 4 (10:00 hs.) y el Jardín de Infantes Nº 902 (13:00 hs.)

En los dos establecimientos educativos, Horacio Alva presentó a los alumnos su nuevo libro UNA AYUDA INESPERADA, ilustrado por Mariana Comesatti.

¿Les gustaría leerlo?

UNA AYUDA INESPERADA

Había una vez un bicho bolita que tropezó con una caja de fósforos mientras caminaba de regreso a su hogar.

La miró con curiosidad buscando en ella una puerta, una ventana, o simplemente un pequeño agujerito por donde poder pasar antes que llegue la noche. Pero nada encontró…

Quiso entonces treparla, pero como había llovido, la caja estaba tan resbaladiza que no podía caminar sobre ella. Cada vez que lo intentó, el pobre bicho bolita patinó y cayó de cabeza al suelo.

Se echó al pasto pensando en alguna solución a su problema, pero tan agotado estaba que se durmió. Al despertar observó cómo el primer brillo de la luna se asomaba en el horizonte y eso lo asustó…

Sin embargo y como los bichos bolita nunca pierden la fe, nuestro amigo cerró los ojos y desde lo más profundo de su corazón elevó una plegaria pidiendo ayuda. La dijo con palabras de bicho bolita, es decir, con palabras que sólo las estrellas pueden comprender.

Antes de abrir los ojos nuevamente imaginó que la caja había desaparecido y que su fe la había enviado vaya a saber dónde, pero cuando los abrió la caja todavía estaba allí y ¡hasta parecía mucho más grande!

En ese mismo momento llegó una inesperada visita.

—Ah, una hormiga… ¡Qué insecto tan inoportuno! Se quedará sin poder pasar como yo y encima tendré que soportar su presencia… ¿Quién la llamó?, rezongó.

Claro, es conocida la rivalidad que existe entre los bichos bolita y las hormigas.

Sin embargo, al llegar frente a la caja, la hormiga no perdió tiempo y en lugar de intentar atravesarla o treparla como lo había hecho él, simplemente la esquivó…

El bicho bolita gruñó sorprendido

—¿Pero, cómo…? ¿Cómo no se me ocurrió antes a mí esa solución? ¡Se supone que somos más listos que las hormigas!

Y muy a su pesar, no tuvo más remedio que dejar su orgullo de lado y seguir las huellas de la salvadora hormiga.

—Es curioso darse cuenta que, a veces, la ayuda que pedimos nos llega de quien menos la esperamos, reflexionó finalmente el bicho bolita, quien esa misma noche y guiado por una inesperada compañía, emprendió el feliz regreso a su hogar.