¡¡Un Mundo Mejor ES Inevitable!!

14ª Maratón Nacional de Lectura en El Perdido



Como estaba previsto, el viernes 16 de septiembre, los escritores del campus virtual de la biblioteca leyeron sus producciones literarias a los abuelos del geriátrico.

Escritores: Mónica Yacob, Flavia Rago, Fidel García (Bocha), Miriam García, Isabel Racciatti, Azul Pacheco y Rocío Alvado.

Lectores invitados: Barbi Farías Fischer, Adriana Racciatti y Silvana Martirena

¡¡Gracias a tod@s por el entusiasmo y compromiso brindados en este nuevo festejo de la lectura!!




“Juegan los sentidos, bailan las palabras, resuenan las voces, ha llegado la poesía
en esta ocasión”.



¡¡Sean todos bienvenidos a la fiesta
de la lectura y de la poesía!!





Lee: Mónica Yacob




MI LUGAR EN EL MUNDO

Un brillante amanecer me fui del pueblo para buscar mi lugar en el mundo. Crucé montañas de bellos colores, sentí el frío de la cordillera y el calor del desierto. Oí el cantar de las cascadas sureñas y vi grandes ciudades con sus ostentosas torres. Recorrí muchas rutas y me adentré en la selva con su típico aroma que emana de lo más profundo.

Encontré gente linda, con acento distinto, pero nada, mi lugar no aparecía.

Lo que no sabía que mi lugar era y será siempre El Perdido, ese pequeño punto en el mapa que tiene una entrada hermosa, llena de pinos y que su plaza es la mejor del mundo. Ese lugar donde todos nos conocemos y está la verdadera paz, ese es mi lugar en el mundo, mi pueblo.

Puedo irme mil veces pero siempre volveré a sentarme en nuestra plaza.


Texto: Mónica Yacob / Artista: © Pablo Rodríguez
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 1 – Foto A
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Silvana Martirena




EL REGRESO

La distancia es una sensación ambigua, como un círculo vicioso. Cuando más pretendo acortarla, más crece la angustia por la lejanía que aún perdura.

¿O será un mecanismo de defensa que la nostalgia se auto impone para no llegar nunca a destino? Porque en definitiva, ¿de qué nos sirve ver el final si ello implica que culmina el viaje y perdemos lo vivido durante su transcurso?

¿O no es acaso el tiempo vació que se va llenando de imágenes a medida que caminamos hacia el punto de destino, ese lugar de llegada que mentalmente corremos más y más lejos para no tener que dejar nunca de avanzar, lo que verdaderamente nos atrae?

Ya me acostumbré al ritmo del tren, el bufido y los silbatos de la locomotora, la carrera con los palos de telégrafo, los puentes sobre los arroyos que cambian el sonido monótono del riel, dejando a cambio el ruido hueco de un agua mansa que no nos mojará nunca, el petirrojo parado sobre el poste del alambrado que ensaya su canto en la pampa inmensa, canto del que no seremos testigos, el humito tirando nubesitas al cielo desde la chimenea de un rancho ¿de quién?


Me siento niño otra vez. En lugar de avanzar, he retrocedido en el tiempo y me llegan recuerdos de viajes antiguos en el mismo tren acompañado de mamá.

El viaje fue corto solo en kilómetros, en recuerdos y sueños duró años.

Me pregunto: ¿quién de Mí tomó el tren? ¿quién hizo el viaje? y ¿quién llegó?.

El cartel me recibe invitándome a recorrer los viejos y queridos lugares de mi pueblo.


Bajo una luna llena que ilumina el paisaje, desciendo del vagón, piso el andén de la querida estación José A Guisasola, veo las caras conocidas que vienen a esperarme, busco con mi sonrisa la de Ellos, me miran como no entendiendo mi actitud, pasan a mi lado buscando a alguien y murmuran entre sí, “Qué le habrá pasado, nos aseguró que venía en este tren, raro de Bocha, no es de fallar”.


Texto: Fidel J. García / Artista: ©María Pía Corral
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 2 – Foto A, B, C y D
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Bárbara Farías Fischer




EL ÁRBOL MÁGICO

Una tarde paseando por el río, deleitándonos con el paisaje, encontramos ese árbol. Era llamativo en su figura: ramas entrelazadas formaban un nudo apretado. Su piel rugosa parecía de terciopelo. Estaba solo, apartado del resto. Parecía el rey, al que todos rendían pleitesía.

Al atardecer, brillaba de un modo especial y sus hojas se alegraban, meciéndose con la brisa suave.
Irradiaba una energía sanadora, daban ganas de quedarse bajo su cobijo eterno. Ser parte de él sintiéndonos una de sus ramas, muchas de sus hojas.

Nos sentamos junto a él muy cuidadosamente, tratando de no perturbar su belleza, y suavemente nos adentramos en un profundo sueño reparador y feliz. Logramos así, ser parte de él. Fue como sentir el abrazo de una madre, un abrazo reconfortante y conciliador.

Esa fue una mágica tarde, y de ese árbol tan especial no nos olvidamos jamás.


Texto: Flavia Rago / Artista: © Pablo Rodríguez
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 1 – Foto C
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Isabel Racciatti




YO NO SÉ EN DONDE VIVO

La noche se hizo día
y el día se hizo noche.

Mi vida toma un rumbo diferente,
el sol ya no alumbra, la luna se durmió,
las estrellas no brillan, el viento ruge
y yo sentada bajo un árbol desnudo
sobre rocas ásperas que me lastiman.

Perdí la noción del tiempo, la alegría.

Mundo ficticio, agobiante
cambiarlo no puedo.

Camino y no puedo
escucho ruidos y no los hay
siento frío, es verano.

El mundo gira a mi alrededor.

Las horas fueron días
los meses años.

Sigo sola sin rumbo, nadie me escucha.

Las flores son oscuras, los pájaros mudos.

Nada es igual.

Despierto,
regreso a mi lugar
en mis sueños al mundo cambiarlo no he podido.

Acá el día, es día, la noche es noche, el sol abriga.

Las hojas visten de verde a los árboles desnudos,
las flores perfuman,
los pájaros trinan.

Por eso algo te pido, no cambies nunca ¡¡El Perdido!!



Texto: Isabel Racciatti / Artista: © Pablo Rodríguez
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 1 – Foto C
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Rocío Alvado




FLORENCIA

Sos la flor de mi jardín, el susurro con el que me acaricia el viento; el sol que irradia con su luz y el hechizo que me trae algún cuento.

La luz de la luna bonita, que espera ser reflejada con tu consentimiento; el alma de las bellas cosas que tiñen este momento.

Sos el alba que me regala el más mágico despertar, la sonrisa de un niño que no se debe perder jamás.

Sos la vida en otras vidas que no se debe desperdiciar.

Sos la más alegre sonata, tarareando sin parar, la música que envuelve este amor difícil de perturbar.


Texto: SAYEN / Artista: © Pablo Rodríguez
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 1 – Foto A
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Adriana Racciatti




HECHIZO DE AMOR

Comienza el día.
El sol radiante brilla como diamante
en el firmamento.
Y nuevamente ese joven de cabellos oscuros,
figura esbelta y ojos enamoradizos,
se sienta sobre las raíces desquebrajadas
de un árbol seco.
como si estuviera esperando que algo suceda,
mientras toca su flauta.

La dulce melodía
parece hipnotizar a los pájaros que se acercan.

El tiempo pasa.
Cae la tarde.
Y cada uno de ellos emprende su vuelo
buscando su nido.

Sólo uno se queda parado,
erguido sobre un tronco solitario,
portando su rojo plumaje brillante,
como exhibiéndolo,
con un trinar inquietante
y la mirada fija puesta en ese joven.

Sobre un oscuro cielo
comienza a asomarse la luna
con su circunferencia perfecta
y sus hilos de plata,
dando justamente sobre aquel pájaro,
transformándolo en una dulce jovencita,
de aroma a jazmines,
ojos brillantes,
tal cual dos estrellas,
silueta perfecta y sugestiva,
pero lo que más predominaba
era su abundante cabello rojizo.

He aquí cuando esa y todas las noches
el hechizo se rompe
y ambos jóvenes viven su amor,
bajo aquel árbol,
teniendo a la luna como cómplice.



Texto: Miriam García / Artista: ©María Pía Corral
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 2 – Foto A y B
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Isabel Racciatti




LIBERTAD

Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en la ciudad, Heber había terminado por ganarse la vida con un oficio insólito, atrapaba pájaros de distintas especies que luego vendía en el pueblo.

Vivía solo en una gran casa que él mismo había diseñado. Se la veía triste, desolada, abandonada por dentro y por fuera.

De mañana partía al pueblo, se paraba delante de las inmensas jaulas y las observaba, centenares de aves volaban como podían protegidos del cielo.

Un día llegó una mujercita morena y bella, su apariencia era innovadora y aventurera. Se llamaba Graciana y ambos se contaron como transcurrían sus días, fue amor a primera vista. Por la noche entró en su cama y se amaron intensamente.

Los meses transcurrieron y ella sufría cada día al ver las aves encarceladas. Con el tiempo, juntos tuvieron una idea brillante, dedicarse a la agricultura.

Una noche de luna llena abrieron las jaulas, música en fuga volando en el cielo.

Uno de ellos se posó sobre un poste de madera, ese pequeño ser eligió quedarse y con su presencia amistosa les procuraría un poco de alegría a sus vidas, pero esta vez con libertad.



Texto: Isabel Racciatti / Artista: ©María Pía Corral
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 2 – Foto A y B
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Rocío Alvado




FELIZ VIAJE

Boca arriba en mi cama, cierro los ojos y me pienso lejos. Tanto, que apenas visualizo el oscuro y cerrado horizonte que proyecto.

Por más que me esfuerzo, sigo estática, viendo la negrura que se esparce y cubre todos mis pensamientos.

La mente puede viajar, decía el libro que leí la otra noche…

Me concentro y obligo a pensarme en un lugar remoto.

No hay caso. Sigo en la cama.

Me desconcentro totalmente.

Así y todo, insisto en pensarme lejos a pesar de que sigo en la cama, con los ojos cerrados, pensando sólo en eso.

¿Dónde habré dejado el libro que enseñaba a viajar con el pensamiento? De inmediato mi mente recorre la casa buscándolo.

Desde la cama, voy revisando cada rincón de las habitaciones. En la biblioteca no está, tampoco en el armario de la cocina, ni en la mesa de luz ni debajo de los sillones.

El libro no aparece y sin darme cuenta, aún tirada en la cama, lustro los muebles y ordeno los papeles del escritorio, leo la receta de una torta de nueces y llamo por teléfono al gasista porque el calefactor está manchando la pared del living.

Vuelvo a recordar el libro. ¿Dónde lo habré dejado? Busco dentro de las cajas arrumbadas en el placard del baño. Las reviso una por una y me invade la nostalgia. ¡Cuánta historia desterrada de mis recuerdos!

Guardo todo y voy a buscar una escalera para mirar arriba del ropero en el dormitorio.

Entonces me veo a mi misma tirada en la cama con los ojos cerrados.

Recuerdo que estoy tratando de viajar con la mente y que no logro, siquiera, visualizar el cartel de “Feliz Viaje” a la salida del pueblo.


Texto: Azul Pacheco / Artista: ©María Pía Corral
Taller: El Perdido digital 2016 / Consigna 3 b – Foto: gama
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Lee: Adriana Racciatti




TERAPIA

Y ahí se encontraba ella, encapsulada en una burbuja que no era de cristal como a más de una nos gustaría, ella se encontraba en terapia, como una muñeca reposando entre suaves y perfumadas sábanas.

Solía haber momentos en que le invadían su débil cuerpo y ella solo sentía ganas de poder escapar de ese triste lugar.

Al llegar el día, unos tenues rayos de sol golpeaban sobre la ventana, la mejor noticia se acercaba y una voz le dijo:

—Ya te puedes ir. ¡¡Vamos, sal de esa cama!!

Sacó fuerzas no sabe de dónde y pensó: «He roto todas las barreras, cuando sentía que ya estaba vencida esa lucecita de esperanza se convirtió en un inmenso destello.»

Adiós dolores, adiós pinchazos, adiós noches oscuras, adiós a ese olor a enfermedad. Entonces al llegar a su pueblo, El Perdido, sintió la necesidad de agradecer a Dios y se acercó a la iglesia.



Texto: Miriam García / Artista: ©Pablo Rodríguez
Taller: El Perdido digital 2016 / Módulo 1 – Foto B
Campus virtual Biblioteca Popular / Coordina: Julia Martín
Proyecto: El Perdido LEE



Medidores de lectura:



Mariposas de papel reciclado, realizadas por Isabel Racciatti y Miriam García


Video y fotogramas
©Pablo Rodríguez






¡Gracias por sumarte a la
14ª Maratón Nacional de Lectura!




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Ilustraciones Alex DG© y Daniel Caminos