¡¡Un Mundo Mejor ES Inevitable!!

Carta de María Alicia Esain. Escritora argentina (Alibruji)



A Mailén González y Luana Giles de la Biblioteca Popular José A. Guisasola:

¡Hola, Brujitas! Me han contado que les gustan mucho los cuentos. A mí, también. Como soy bruja vieja, ahora los cocino en mi caldero mágico para que se vuelvan libros.

¿Así que Uds. viven en un pueblo misterioso que se llama EL Perdido?¡¡Seguro que allí hay monstruos y fantasmas!! Cuando los encuentren, busquen una escoba vieja y digan “¡Tris Tras Trus!” Así no las asustan. Si además, aplauden tres veces, ustedes y ellos sabrán que les estoy mandando un mimo.

Como es muy lejos, no puedo hacérselos personalmente, cosa que me gustaría muchísimo. Por ahora, veré que la araña Isolina- otra amiga mía – teja unos ponchos bien agujereados. Cuando los tenga listos, se los mando, junto con el Diploma, para que sean Brujas Recibidas.

¡Ah! Si lo ven a Dante, ese elefante enamorado, mándenle mis saludos… ¡Que no deje de bañarse, por favor!

Para Uds. va mi abrazo con alas de murciélago… ¡Y un beso grande como un sapo gordo!


María Alicia Esain-Alibruji
Navarro, 2 de junio de 2014





Mi foto de Bibliopeque dibujada por Daniel Caminos


¿Por qué nos escribió Alibruji?

Una tarde, en el taller de tareas escolares, leímos el cuento: Dante elegante, de María Alicia Esain y decidimos escribirle a la autora para que nos mande una carta, una poesía, un cuento y todo lo que ella quiera... ¡¡y Alibruji nos escribió!! También nos mandó un cuento para jugar y nos autorizó a utilizar sus textos para colgarlos en la biblioteca infantil que estamos construyendo.


Ella se presenta así:


Hace años que soy una bruja, me río para que no se den cuenta. Nací en Navarro, Argentina, una tarde en que la gente estaba muy ocupada en una fiesta. A la hora del té, en lugar de tomarlo, tuvieron que ir a conocerme… y se asustaron.
¡Era una brujita perfecta! Después crecí, aprendí a leer y muchas otras cosas.
Devorar libros me gustó tanto, que visto siempre de telarañas. Es que ando por los rincones, leyendo sin parar. Las arañas, precisamente, me avisan cuando es hora de cocinar o de encender las luces, por ejemplo.
Me gustan los helados, los cuentos, los chocolates y los chicos. También los ravioles, el mate y la poesía. Cuando estoy aburrida, salgo a volar en escoba con mis libros y visito las escuelas. Lo hago para que los chicos, a la noche, sueñen con horribles, horrendas y horrorosas historias de horror.
Llevo esqueletos, sustos y tormentas en mi cartera, también gatos negros y lechuzas.
Desde que soy abuela, escribo mucho más que antes. Mis brujinietos necesitan pócimas y hechizos para sus chiquibrujerías. Esos conjuros están en mis libros. Han sido editados por el Banco Central de la República Argentina, Ediciones Infantil.com, el Grupo Clasa y Ediciones Uranito y algunas otras editoriales como Letra Impresa, Ediba, Estrada, Amigos de papel (Pronto se verá qué he cocinado allí).
También están mis engendros en diarios y revistas de varios países. ¡Y hasta tengo obras teatrales representadas por brujitos de muchos lugares...!
A todos mis libros, los guardo en armario. Él da chillidos de terror al abrirlo, pero es porque le gusta, nada más… También escribo para sitios web.
¡Me encanta asustar por computadora! Ya sabés, soy tu bruja amiga. Bien de confianza.
Soy casi eterna, sobreviví a mi infancia...
Un abrazo con alas de murciélago y besos con gusto a monstruo.

Alibruji 35 © María Alicia Esain


María Alicia Esain Es escritora de literatura infantil, escribe cuentos y poesías llenas de magia brujil.


¡Gracias Alibruji!




Y nos mandó un cuento para jugar en la biblioteca



CUENTO DE OSOS


Para ......................



Una vez, a ……………….., llegó un parque de diversiones ¡Era hermoso! Tenía hamacas voladoras, una montaña rusa gigante, un tren fantasma y una calesita con coches de princesas, camioncitos con bocina y unos caballos de madera que subían y bajaban al compás de la música… ¡Parecía que ellos saldrían volando de un momento al otro!

Allí vivía una alguien llamado ................... junto con su familia y sus amigos.

Una tarde de mucho calor, ................. fue al parque. Disfrutó de la calesita y cuando salió la primera estrella, se compró una bolsa de pochoclo. Luego comenzó a recorrer los puestos de juegos del parque.

En uno de ellos .................... se sacó un premio. Podía elegir entre un montón de animales de tela. Había osos, monos, gatos, perros, conejos… Entre los osos había tres que se destacaban del resto: uno era gordo y gris, con cara dulce y pícara; otra era una osita blanca y rosa que usaba un moño a cuadritos en la cabeza y el tercero era enorme y marrón, con cara seria y enojada.

A ...................... la osita le encantó. Le brillaron los ojos cuando el señor del parque se la entregó... ¡Esa noche se iría a la cama con ella! ¡Era tan suave!...

Cuando llegó a su casa, ...................... jugó un rato con sus juguetes. Después comió todo lo que le había preparado su mamá para la cena. Se fue a dormir sin rezongar. Era hora meterse en su cama abrazando a su nuevo juguete. Había decidido llamarla Gisela, porque ese nombre tenía bordado la osa en su pancita.

La luna estaba muy, muy alta en el cielo, ..................... se durmió. Cansancio, alegría y preocupación ¡Cuántas cosas juntas para alguien tan chiquito! Gisela le encantaba tanto como su visita al parque de diversiones, pero dos dudas daban vueltas por su cabeza: ¿Los demás no se pondrían celosos? ¿Gisela sería feliz en su nuevo hogar?

Mientras los bichos de luz alumbraban el camino de la noche, ................... dormía, dormía y soñaba...En el sueño, se enteraba de que Gisela y el oso gris estaban enamorados. Se lo contaba el enorme oso marrón que estaba siempre malhumorado, pero lleno de cariño para todos sus amigos: los otros animales de tela y los chicos que visitaban el parque.

Teddy, el oso gruñón, le contó a ...................... que en un rincón del parque había quedado llorando el novio de Gisela. Lloraba tanto, tanto que había hecho un charco casi grande como la laguna, donde cabían por lo menos, tres barquitos de papel...

“Estou no me gusta nada,.................. Debou hacer algo. Me tienes que ayudar,.................... Yes”, decía Teddy en el sueño, como si fuera inglés. Mientras, la luna los envolvía con su manto de plata.

Entonces sucedió que Teddy y .................... se fueron de la mano hasta el parque. Los animales de tela los estaban esperando para ayudar al oso gris a reencontrarse con la osita blanca y rosa.

Todos estuvieron de acuerdo en ponerse a trabajar de inmediato. Los monos saltaron haciendo piruetas y le sacaron al globero un globo de gas rojo y brillante.

Los conejos, mientras tanto, hablaron con unas arañas verdaderas y les encargaron que tejieran una red bien fuerte y resistente.

Los perros, por su parte, buscaron la canastita de guardar las monedas y se la llevaron a ...............................

Teddy, rezongón, pero muy inteligente, le pidió a ................... una fibrita gastada. …………..tenía una en el bolsillo del traje de dormir. El oso marrón dibujó en el piso con ella, mientras les decía:

“Observen este planou y hagan todou lo que les diga”.

De ese modo, .................... ató con las telarañas el globo rojo a la canasta de las monedas. Puso adentro a los cuatro ositos Panda del último estante. Mientras tanto les explicaba:

“Esta madrugada, cuando sople el viento, largaremos el globo. Ustedes subirán al osito gris, se bajarán rápido y harán que el globo regrese hasta aquí por encima del tren fantasma. Ése es el único modo de rescatarlo de la laguna de sus lágrimas. Deben traerlo con nosotros para llevarlo con su amor.”

Así lo hicieron, pero como el viento estaba muy haragán, el oso gris sólo pudo llegar hasta el primer vagón. Tuvo tanta mala suerte, que una de sus patas se enganchó con la palanca de arranque… ¡El tren comenzó a hacer su recorrido! ¡Qué susto para el osito! Primero debió esquivar una víbora de cascabel larguísima. ¡Se le venía encima con su música de miedo! Luego apareció un monstruo enano con colmillos como Drácula y lleno de costuras como Frankestein ¡Salió de un hueco con un hacha filosa en la mano!

Apenas se había repuesto, cuando ya tenía sobre él la risa de una calavera sin dientes. Al doblar una curva, casi se le cayó en la cabeza un enorme baúl. Se lo arrojó un pirata rengo con un parche en el ojo... ¡Menos mal que al final del recorrido, había quien lo esperaba! Allí estaba su amigo, el oso Teddy, gruñón y sabio. De su mano lo miraba .................., quien deseaba volver pronto a su camita. Un grillo que andaba por ahí le avisó que pronto el día sacaría a pasear sus colores...

...Cuando el sol se puso a bailar con los pajaritos, ................ se despertó con la osita blanca y rosa en su almohada... En esa almohada también estaba el osito gris con cara dulce y pícara. De una bolsa de pochoclo se asomaba un oso marrón y grandote que entonaba:


¡“Me gusta estar por aquí
y poder cantar así!”



Y COLORÍN, COLORÓN, COLORIGO… ÉSTE FUE EL CUENTO DE.................... Y SUS AMIGOS.



María Alicia ESAIN @2003







¡¡¡Gracias, ALIBRUJI, por colaborar en nuestra Biblioteca infantil!!


Y ahora, ¡¡a LEER
12 CUENTOS +!!




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Ilustraciones Alex DG© y Daniel Caminos